Bailando en tiempos del coronavirus
Por Karina Hernández von Wóbeser
A mis alumnos y a todos los alumnos de danza que quieran ponerse el saco:
Hoy en una clase virtual que tuve con mis niños les dije que la danza les iba a poner la prueba más dura de todas sus vidas.
Siempre he pensado que la danza es como una coladera. Al inicio cuando empiezas en esto de bailar empiezas junto con otros cientos o miles en esa "coladera".
Cada cierto tiempo la coladera se sacude y algunos se van por las rendijas, siempre van quedando los más fuertes, los que más se aferran, los más persistentes, los que más luchan por su danza, los más resilientes, LOS MÁS DISCIPLINADOS. Algunas veces las sacudidas son suaves, algunas veces son fuertes, pero créame lo que estamos viviendo hoy en día será la sacudida más fuerte que vivan en su danza. La sacudida será tan fuerte que sólo unos cuantos permanecerán cuando todo esto termine.
¿Y saben qué es lo que hará que perduren y que no se vayan por esas rendijas? La disciplina. La disciplina hoy tiene que ser 10 veces mayor que la de hace un mes, porque no tienes a tu maestro para motivarte, no tienes a tus amigos para motivarte, no tienes tu salón para motivarte, no tienes tu escuela para motivarte. Te tienes a ti y sólo a ti, en el lugar más incómodo de tu cuarto o sala, en donde pondrás un tapete o toalla y te golpeas los pies cuando haces un battement o te desplazas en una coreografía.
Cuando no puedes saltar porque el piso es muy duro o aprenderte bien las coreografías porque las estás viendo del otro lado. Cuando te duelen las piernas y nadie te está exigiendo que la subas más, que las estires más, que apuntes más. Cuando no tienes lo más bonito de la danza que es compartirla con alguien.
Hace unos días empezó la sacudida más fuerte de sus vidas y quiero desearles a todos los bailarines del mundo que se aferren bien fuerte a su disciplina, sean metódicos, necios y muy resilientes, para que cuando todo esto termine puedan decir que fueron de los bailarines que sobrevivieron el 2020.💓🙏
